El lado oculto de los cruceros: Códigos secretos y piratas
Más
de 2.500 pasajeros y 1.000 empleados. Un crucero es una pequeña ciudad
flotante, pero a diferencia de cualquier urbe, las gigantescas naves son
también un lugar exclusivamente dedicado al recreo y a la diversión,
apartado de lo cotidiano y de donde no se puede escapar, así como un
emplazamiento móvil lejos de la legislación de cualquier Estado.
Estos
dos factores convierten a estas embarcaciones en un edén de la
exuberancia donde sus habitantes, tanto turistas como trabajadores, se
sienten muy dispuestos a dejar en sus respectivos países las ideas de lo
ordinario. Pero ¿qué sabemos realmente sobre ellos?.
Por
muy raro que parezca, los piratas son un problema real. Mientras que
multitud de yates y buques de carga son secuestrados y se pide rescate
por ellos, esto nunca ha sucedido con un crucero.
Sin
embargo, deben estar preparados por si acaso. Los pasajeros del 'Sea
Princess' se sorprendieron cuando descubrieron las medidas que toman:
"No
hay fiestas en la cubierta, ni películas bajo las estrellas.
No
hay bar nocturno al aire libre o baños en la piscina a la luz de la
luna",
comentaba un invitado descubriendo las precauciones tomadas por la
tripulación del buque.
"No
hay luces, ni ambiente de fiesta, todo alrededor de la nave al ponerse
el sol se cierra. Todas las cortinas se echan o bajan las
persianas".
John
Henywell, un experto en medidas en los cruceros, explica que
"además
de proporcionar vigilancia adicional las 24 horas del día, se
recomienda a los operadores poner alambre de espino y barreras
electrificadas y encajar verjas sobre los ojos de buey.
También
se puede usar la manguera a presión para rechazar los ataques de
pequeñas embarcaciones y empujar al agua a los asaltantes. Se suele
recomendar que la tripulación lleve chalecos antibalas y cascos y
proteger las alas del puente con placas de acero o sacos de
arena".
Otras
medidas son menos efectivas. Existen cañones sónicos que pueden
transmitir un poderoso haz que haría que los oídos de los asaltantes
sangraran. O medidas más sencillas como en 2009, cuando los pasajeros
lanzaron mesas y tumbonas para disuadir a los piratas somalíes que
intentaron abordar el 'MSC Melody'.
Una
investigación reciente realizada reveló que los niveles de
contaminación del aire con partículas ultrafinas en algunos cruceros
eran el doble que en el centro de Londres, una ciudad conocida por la
mala calidad de su aire.
Las
conclusiones del programa se hicieron eco de un informe anterior de la
ONG alemana Naturschutzbund Deutschland (NABU) en que se afirmaba que
los cruceros arrojaban 3.500 veces más dióxido de azufre que los
vehículos terrestres, contribuyendo así a un empeoramiento del cambio
climático y a problemas respiratorios.
Los
Cruceros tienen una morgue propia. El promedio de edad de los pasajeros
de los cruceros es de 57 años, con un 40% de más de 65, por lo que
probablemente no debería ser una sorpresa que estén bien preparados para
cualquier susto que pueda ocurrir a bordo.
Los
buques que navegan por el océano están obligados legalmente a tener
bolsas donde guardar los cuerpos y una morgue (en su mayoría, tienen
espacio para unos tres o cuatro cuerpos, dependiendo del tamaño de la
nave), que debe estar separada de las áreas de almacenamiento de
alimentos.
Según
la compañía, algunos puertos insisten en que los cuerpos se retiren lo
antes posible, algo que se hace discretamente usando la salida de la
pasarela de los pasajeros y después se emite un certificado de defunción
y se repatrian al país de origen.
Otros
puertos permiten que el cuerpo permanezca a bordo y regrese a casa, lo
que ahorra mucho papeleo y así el cónyuge o amigo puede permanecer allí
el resto de las vacaciones sí también así sucede.
Hay
gente para la que un crucero es su residencia habitual. Puede llegar a
ser más barato que vivir en Londres. Según un estudio publicado el año
pasado, los gastos mensuales para aquellos que residen en la capital
británica, teniendo en cuenta alquiler, facturas, servicios públicos,
alimentación y ocio, pueden ser de unos 2.500 euros por persona, unos 94
euros al día.
Por
lo que un crucero de 120 días en régimen de pensión completa sería más
económico, incluyendo el 25% de suplemento por ir solo, lo que supondría
unos 84 euros al día. Una opción más barata.
Por
muy extravagante que parezca, muchos ancianos eligen vivir en el mar.
Uno de los casos más conocidos fue el de Beatrice Fuller, lo hizo
durante ocho años:
"Mis
únicas prioridades en este barco son el baile de salón y comer
bien",
comentaba al diario.
Códigos secretos
Se supone que no debés saberlos, pero aquí están:
-'Operation Bright Star': emergencia médica.
-'Operation Rising Star': pasajero fallecido.
-'Código rojo': brote de enfermedad: el buque debe someterse a una limpieza profunda y los pasajeros deben permanecer en sus camarotes.
-'Código verde o amarillo': problemas menos graves.
-'Sr Mob', u 'Oscar, oscar, oscar': hombre al agua.
-'Eco, eco, eco': posible colisión con otra nave o fuertes vientos.
-'Charlie, charlie, charlie': amenaza de seguridad (¡que vienen los piratas!).
-'Delta': daños en el buque.
-'Papa': contaminación o derrame de petróleo.
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