Mitos de supervivencia que podrían acabar con tu vida, Entra
Hay algo en la idea de ser capaz de sobrevivir en el desierto que resulta emocionante, y solemos glorificarlo con programas de TV como “Survivor” y “Man vs. Wild”.
Pero la supervivencia en las duras condiciones de la naturaleza no es un asunto sencillo, y la mayoría de las lecciones no pueden aprenderse de la televisión. De hecho, algunos de los “consejos de supervivencia” que hemos recogido en los últimos años son completamente erróneos, y a menudo de manera peligrosa.
Aquí algunos de los mitos en los que no deberías confiar si un paseo al aire libre resulta una tragedia desastrosa:
Mito #1 – Extraer el veneno de una mordedura de serpiente
Si una mordedura conlleva veneno, entrará inmediatamente en el torrente sanguíneo. Poner tu boca sobre la picadura sólo sumará bacterias a la herida, y también permitirá al veneno contaminar tu boca y esófago. Si alguien es mordido, hay que tratar de mantener su ritmo cardíaco lo más bajo posible evitando realizar actividades físicas, asegurándo que la extremidad afectada esté situada por debajo del nivel del corazón. Y, por supuesto, acudir lo más rápido posible a un hospital.
Mito #2 – Hacerse el muerto en caso de encontrarse con un oso
Si estás en el bosque y ves un oso, el consejo general es alejarse silenciosamente. Si por casualidad estuvieses en un jardín, o cerca de un camping, deberías intentar parecer grande y ruidoso, y eso debería asustarlo. En caso de un ataque real, nuestra reacción debería depender del oso y del tipo de ataque. Si sos atacado por un oso negro, nunca te hagas el muerto, siempre hay que defenderse.
En la mayoría de los casos, los osos pardos o grises atacan para defenderse, o para proteger a sus crías. En esos momentos nos advertirán haciendo ruido y pretendiendo atacar. Alejate de un ataque defensivo lentamente. Si el oso hace contacto, hacete el muerto tumbado boca abajo con las manos en el cuello. Pero en el extraño caso de un ataque inesperado que venga sin advertencia, ¡luchá por tu vida!
Mito #3 – Si nos perdemos en un desierto, lo primero que debemos hacer es encontrar alimentos
Ni por asomo. Según los expertos, una persona puede sobrevivir hasta 60 días sin comida, aunque siempre dependiendo de su condición y estado de salud. Así que antes que buscar alimento, debemos encontrar agua, y un sitio donde refugiarnos.
Mito #4 – El líquido almacenado en un cactus puede salvarnos de morir de sed
Si sos lo suficientemente experto como para distinguir el tipo de cactus que pueda filtrar el agua de manera segura, entonces podría funcionar. Pero la mayoría de las veces, el líquido del cactus causa enfermedades graves, haciendo que vomites el preciado líquido, y dejándote más deshidratado.
Mito #5 – El musgo crece en el lado norte de los árboles
El musgo puede crecer en cualquier lado del árbol, dependiendo de las condiciones ambientales. Así que lo mejor es no fiarnos de este mito popular para orientarse.
Mito #6 – Si un animal se lo come, es seguro para nosotros
Incorrecto. Los pájaros y las ardillas, por ejemplo, pueden comer ciertas bayas y setas que podrían matar a una persona.
Mito #7 – En caso de hipotermia, frotar la piel de la persona y meterla en una bañera de agua caliente
Frotar la piel congelada de la víctima podría dañarla aún más, y el agua caliente podría hacerla entrar en shock o hacerle daño a alguien con principio de congelamiento o hipotermia. Lo que hay que hacer es calentar a la persona lentamente, preferiblemente con mantas, y botellas de agua tibia en las axilas.
Mito #8 – Si te ataca un tiburón, hay que golpearle la nariz para que se aleje
Es muy difícil golpear a un tiburón en la nariz en pleno movimiento. En el extraño caso de que un tiburón se acerque con las fauces abiertas con la intención de mordernos, hay que tratar de poner un objeto sólido entre nosotros y el animal. Si esto no funciona, clavarle las uñas en ojos y en las branquias.
Mito #9 – Si quedamos atrapados en una corriente hay que nadar siempre paralelo a la costa
Si bien esto es correcto para las corrientes que tiran directamente hacia el mar, no todas las corrientes se comportan de la misma manera, algunas son diagonales, y algunas son laterales. La regla básica es que debemos “nadar en forma perpendicular a la corriente y en dirección a la costa”, según la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica. Si en algún momento sentís que estás nadando contra la corriente, entonces no te estás moviendo en la dirección correcta. Es importante no cansarse demasiado, si no podés nadar, intentá flotar todo lo posible.
Mito #10 – Un cobertizo es un gran refugio
El refugio adecuado dependerá de las condiciones del entorno. Con altas temperaturas necesitaremos sombra, pero en climas más fríos, mantener el calor es una prioridad. Esto significa protegerse del viento, pero también de la humedad del suelo, mediante la creación de una capa aislante que nos proteja por la noche. Un cobertizo podría ayudar a protegernos del viento y de otros elementos, pero puede no ser suficiente para mantenernos abrigados.
#11. Durante un terremoto, permanece bajo el marco de una puerta.
Este mito podría ser válido para las construcciones más antiguas, en las que el marco de la puerta realmente se consideraba el lugar más resistente de una casa. Sin embargo, en las construcciones modernas, si llegaras a resguardarte en este lugar, es muy probable que termines con lesiones de gravedad, ya que las estructuras de los marcos generalmente son muy frágiles, puntos de ruptura que pueden fallar durante las vibraciones de la Tierra. Lo recomendable es refugiarse debajo de una mesa o entre el espacio de la cara de un mueble y el suelo, el famoso triangulo de la vida.
#12 Si eres alcanzado por una flecha, retira rápidamente el objeto.
Eso es algo que jamás debe hacerse con ningún objeto que haya penetrado el cuerpo y permanezca adentro, pues al retirar de forma brusca el objeto, podrían sufrirse nuevas lesiones. O peor aún, quizá el objeto haya formado un tapón que impida la salida de la sangre, y al retirarlo podría acelerarse la hemorragia de forma peligrosa. ¿Qué hacer? Es mejor mantenerse inmóvil hasta que un profesional retire el objeto, evitando posibles daños mayores.
#13 Si te pierdes en regiones heladas, es posible comer nieve.
No se sabe cómo este mito llegó a tener tanta popularidad, pero si sigues dicha recomendación podrías terminar muerto. Si te encuentras perdido entre montañas repletas de nieve, jamás comas hielo para saciar el hambre, pues este no hará nada más que bajar tu temperatura corporal. Tu cuerpo necesita mantenerse caliente y el hielo robará un poco de calor en estas condiciones adversas. La mejor opción aquí es derretir la nieve si es posible y beber el líquido.
#14 Durante una tormenta eléctrica, túmbate en el suelo.
Es algo extremadamente desaconsejable, ya que si el rayo llega a impactar en una región próxima al suelo donde te encuentres acostado, todo tu cuerpo podría recibir el impacto (las oportunidades de ser quemado o de tener un ataque cardiaco son mucho mayores). En ese caso, la mejor opción para escapar de los rayos es correr agachado, especialmente si estás en un campo abierto. Los rayos no alcanzan fácilmente cosas que están en movimiento y mucho menos cuando son pequeñas.
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