1. Retrato de familia del astronauta Charles Duke
En abril de 1972 los astronautas del Apolo 16 lograron el récord de permanencia sobre la superficie de la Luna hasta ese momento. Charles Duke y John Young hicieron tres salidas durante las casi 72 horas que el módulo lunar estuvo sobre la superficie. Su marca sería superada por tres horas en la siguiente misión Apolo, marca todavía vigente.
Durante una de esas salidas de la misión Duke tuvo tiempo de dejar sobre la superficie una fotografía de su familia protegida por una funda plástica. El reverso de la imagen podía leerse "Esta es la familia del astronauta Duke del planeta Tierra. Alunizada en abril de 1972" acompañado de las firmas de los cuatro componentes de la familia. Duke también dejó sobre la superficie una medalla conmemorativa de la United States Air Force que en 1972 celebraba su 25º aniversario.
2. Las pelotas de golf de Allan Shepard
El comandante del Apolo 14, Alan B. Shepard Jr, fue el primer americano en volar al espacio y el quinto en pisar la luna. El 5 de febrero de 1971, Shepard ponía sus pies sobre la superficie lunar mientras pronunciaba una frase que, aunque obviamente menos recordada que la de Neil Armstrong, ha pasado también a la historia: "Ha sido un largo viaje pero aquí estamos". Nada menos que nueve horas estuvo caminando por nuestro satélite tras decir esas palabras. Para la historia también ha quedado otra anécdota de su misión. Shepard se convirtió en el primer hombre en jugar al golf en la Luna. Con su Hierro 6, especialmente preparado para poderlo usar con los gruesos guantes, Shepard golpeó una pelota que según dijo se alejó millas y millas.
3. The Fallen astronaut
El Astronauta Caído (en inglés, Fallen Astronaut) es una pequeña escultura de aluminio de un astronauta con traje espacial. Es obra del artista belga Paul Van Hoeydonck que conoció al astronauta David Scott durante una cena. Éste le pregunto si podía crear una pequeña estatuilla con la que honrar a sus compañeros fallecidos. En 1971 fue colocada en la Luna por la tripulación del Apolo 15 junto con una placa que muestra los nombres, ordenados alfabéticamente, de ocho astronautas y seis cosmonautas fallecidos en misiones espaciales o durante entrenamientos. Se trata de la única obra de arte realizada con el propósito de permanecer en la Luna.
4. Cinco retrorreflectores
Un retrorreflector es un elemento óptico que tiene la propiedad de reflejar la luz, independientmente de su ángulo de incidencia, de vuelta hacia la fuente. No creas que es un artilugio a la vanguardia de la tecnología, en tu bicicleta seguramente tienes al menos uno, eso sí, algo menos sofisticado.
Entre 1969 y 1971, como parte del experimento Laser Ranging Retro-Reflector, los astronautas de las misiones Apolo 11, 14, y 15 dejaron retrorreflectores en la Luna. El objetivo era el de medir con precisión la distancia a la que, en un momento determinado, se encuentra la Luna de la Tierra. Un experimento que continúa hoy en activo. El reflector del Apolo 15 es tres veces más grande que los otros dos reflectores de las misiones anteriores, por lo que este reflector fue el objetivo del 75% de las mediciones hechas en los primeros 25 años del experimento. Desde entonces y debido a las mejora tecnológica se ha dado un mayor uso a los dos primeros reflectores.
Pero estos no son los únicos retrorreflectores sobre la luna. De hecho los norteamericanos ni siquiera fueron los únicos en ponerlos en la Luna,. Las misiones soviéticas no tripuladas Lunokhod 1 y 2, situaron rovers con pequeñas matrices retrorreflectantes. Desgraciadamente la locación del vehículo de la Lunokhod 1 se perdió en 1971 y no se recuperó hasta 2010 por lo que no se pudo detectar ninguna señal de retorno durante ese tiempo.
5. Seis banderas de Estados Unidos
La imagen de un astronauta clavando una bandera sobre la superficie lunar se ha convertido en todo un símbolo de la historia espacial. Lo que quizás no sepas es que lo hicieron hasta seis veces en seis misiones Apolo diferentes. Lo que constiuía una incógnita era si todavían seguían en pie.
Unas imágenes recientemente captadas por la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA han confirmado que las banderas que colocaron las misiones tripuladas a la Luna continúan, si no ondeando -algo imposible ante la ausencia de atmósfera-, sí asidas a su mástil. Todas salvo la que clavó el Apolo 11 ya que cuando en 2009 la LRO proporcionó sus primeras imágenes del lugar de alunizaje del Apolo 11, no pudo revelar si la bandera de Estados Unidos plantada allí aún permanecía.
Lo que no han revelado las imágenes de la LRO es el estado en el que se encuentran. Es muy probable que, como mínimo, hayan perdido el color por completo tras más de cuarenta años bajo los rayos solares.
6. Tres Lunar Rover de la NASA
Las tres últimas misiones Apolo fueron las más valiosas desde el punto de vista científico, fundamentalmente gracias a los LRV o Lunar Roving Vehicles, Vehículos Itinerantes Lunares, que permitieron a los astronautas recorrer notables distancias. Los pioneros del Apolo 11 y 12, en cambio, tuvieron que realizar a pie sus EVAS (Actividades Extra-vehiculares) y Shepard y Mitchell, del Apolo 14, tuvieron que trasladar su instrumental en un carro.
El diseño del Rover Lunar es, sin duda, uno de los más excepcionales pero también uno de los más caros. En octubre de 1969, el Marshall Space Flight Center firmó un contrato de 19 millones de dólares con la compañía Boeing para el desarrollo y entrega de cuatro vehículos aunque, en realidad, a la Luna sólo llegarían a ir tres. Volaron con los Apolo 15, 16 y 17 (julio de 1971, abril de 1972 y diciembre de 1972).
La velocidad máxima de estos vehículos era de 14 km/h , si bien los astronautas Young y Duke del Apolo 16 establecieron un “Récord de Velocidad Lunar” alcanzando 17 km/h con su Rover al rodar cuesta abajo en su viaje de regreso al Módulo Lunar.
7. Dos vehículos robotizados Lunojod
Otros dos vehículos soviéticos, los Lunojod 1 y Lunojod 2, también reposan en la Luna desde que acabó su misión en 1971 y 1973 respectivamente.
El 10 de noviembre de 1970, desde el cosmódromo de Baikonur, fue lanzado el cohete Proton-K que puso en órbita la sonda Luna 17 con el Lunojod 1 a bordo. El Lunojod 1 se convirtió así en el primer vehículo lunar de la historia. Su misión consistía en explorar las propiedades del suelo lunar y la radiación cósmica en la Luna, y fue diseñado para recorrer la Luna y enviar a nuestro planeta imágenes y datos de su superficie.
Estos vehículos han sido, hasta el momento, los dos únicos laboratorios móviles automáticos que han explorado la Luna guiados por control remoto. De hecho, hasta 1997, con la Mars Pathfinder, ningún otro vehículo a control remoto había sido puesto en un cuerpo extraterrestre.
A pesar de permanecer en la Luna, en 1993 el vehículo robótico fue subastado en Sotheby's y vendido por 68.500$. Su dueño seguramente no imaginaba que el Lunojod 1 -o al menos parte de él- aún funcionaba.
El Lunojod 2, un vehículo profundamente remodelado y mejorado con respecto a su antecesor, alunizó el 15 de enero de 1973 a bordo de la sonda Luna 21. Un tercer vehículo de la serie, el Lunojod 3, fue proyectado, diseñado y construido pero nunca llegó a ser enviado a la Luna.
8. La insignia de plata del astronauta Alan Bean
Alan Bean dejó también un recuerdo en la Luna, su insignia de plata de la NASA. Conseguir esta insignia significa que el astronauta ha completado su formación pero todavía no ha ido al espacio. Para esos pocos afortunados que sí han ido esta reservada la insignia de oro. Bean había llevado la de plata durante seis años y esta iba a ser su primera misión al espacio, por lo que sabía que obtendría la exclusiva insignia de oro a la vuelta. Puesto que no la iba a necesitar más, la llevó consigo y la arrojó a un cráter. Cuando fue preguntado por ello contestó convencido: "¿Había un sitio mejor para dejarla que la Luna?"
9. Cinco S-IVB
El objeto de mayor masa que reposa sobre la Luna. Y no hay uno, sino cinco S-IVB en la superficie lunar, los correspondientes a las misiones Apolo 13, 14, 15, 16, y 17. Y es que para que las naves Apolo llegaran a su destino fue necesario la construcción del cohete Saturno V, el más grande jamás construido por la NASA, que medía 110,64 m de altura. El Saturno V lleno de combustible pesaba unas 2.700 toneladas en el momento del despegue y tenía tres etapas; S-IC,S-II y S-IVB. La última de ellas se activaba para enviar a la nave Apolo fuera de la órbita terrestre y ubicarla en camino a la Luna.
10. Seis Módulos Lunares
El módulo lunar no era más que un vehículo espacial de dos etapas diseñado para el alunizaje durante el programa Apolo. Constaba por tanto de dos módulos bien diferenciados, el módulo de descenso (como el de la imagen) y el de ascenso que iban unidos mediante cuatro pernos explosivos, actuando ambos como una astronave única. Seis módulos de descenso reposan sobre la superficie mientras que seis fases de ascenso se estrellaron, de forma controlada o no, contra ella.
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