Una familia vive en el ártico en una casa ecológica
La familia Hjertefølger vive en una de las partes más remotas del mundo, en la isla Sandhornøya de Noruega, a más de 1000 kilómetros al norte de Oslo.
La familia, compuesta por dos padres y cuatro hijos, construyó su casa debajo de una estructura de tipo invernadero llamada cúpula geodésica solar, que no solo los protege de los elementos extremos del círculo ártico, sino que les permite vivir en un increíble lugar debajo de las auroras boreales.
Una original vivienda
La cúpula fue creada a partir de una compleja red de triángulos con materiales completamente orgánicos que crean un microclima y protegen a la familia de las fuertes nevadas y vientos.
Pero esa no es su única función, la familia usa la cúpula para cultivar su propia comida, como diferentes frutas y verduras.
También reutilizan las aguas residuales y los restos de comida para fertilizar las plantas, además de utilizar productos domésticos no contaminantes y biodegradables.
La cúpula ofrece una increíble vista panorámica del entorno y una fascinante y única vista de las auroras boreales.
La familia espera poder utilizar su increíble vivienda para generar consciencia y ofrecer talleres, charlas y tours en su casa ecológica. Al igual que un espacio adicional para yoga y campamentos de verano.
Se trata de una iniciativa que no solo es amigable con el medio ambiente, sino que hace posible habitar zonas tan remotas pero con paisajes increíbles.
Otra tarea clave para la bóveda, que tiene un diámetro de 15 metros, es minimizar las tareas de mantenimiento del edificio, el cual está hecho con materiales reciclados y recuperados: arena, arcilla, agua y otros materiales orgánicos son los materiales constructivos principales. Del mismo modo, el microclima creado dentro de la cúpula les permite tener un huerto alrededor de la casa de 80 metros cuadrados, además del jardín situado en la parte superior (más de 100 m2).
Aunque la casa esté sumergida en la noche ártica 3 meses cada año, la cúpula les permite cultivar alimentos durante 5 meses más de lo que podrían hacerlo en condiciones normales al aire libre. Los Hjertefølger son capaces de producir casi todos los alimentos que necesitan: en el huerto crecen las manzanas, cerezas, ciruelas, albaricoques, kiwi, uvas, pepinos, tomates, calabazas y melones. Un sistema de reciclaje de aguas, y un sistema de compostaje, les permite fertilizar y regar las plantas.
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